Resumen Tema 4.

1. La Iglesia, comunidad de los creyentes.
Con el término Iglesia no nos referimos a un lugar de reunión. Tampoco podemos decir que la Iglesia es la asociación de los cristianos, ni que está compuesta únicamente por la jerarquía eclesiástica.
El término Iglesia proviene del griego ekklesia, que significa "asamblea o reunión de los ciudadanos convocados por un mensaje público".

1.1. Jesucristo, origen de la Iglesia.
La Iglesia siempre a reconocido a Jesús como su fundador.

• La comunidad de discípulos: entre las multitudes que seguían a Jesús, los Evangelios distinguen expresamente a los llamados discípulos.
• Los Doce: Jesús convocó a un grupo reducido, con quienes mantuvo una relación epecial: fueron los Doce. Los Doce apóstole tienen la misma misión que Jesús: anunciar el Reino de Dios y hacer signos que muestren que el Reino está ya presente.
• Jesucristo sigue convocando: Jesucristo, a través del Espíritu Santo, sigue convocando y confregando a su Iglesia.

1.2. La Iglesia, misterio de comunión.

• ¿Por qué decimos que la Iglesia es un misterio?: Decir que la Iglesia es un misterio es afirmqar que la Iglesia es obra de Dios.
• La Iglesia, Cuerpo de Cristo: La imagen que mejor lo expresa es la de la Iglesia como Cuerpo de Cristo.

1.3. El Espíritu Santo, fuerza y vida de la Iglesia.

• Pentecostés y la comunidad de los discípulos: la experiencia de Pentecostés fue decisiva para los apostóles. A partir de ese momento, y gracias a las palabras y los sinos de los apóstoles, fortalecidos por el Espíritu Santo, empiezan a surgir las primeras comunidades cristianas.
• El Espíritu Santo y la Iglesia: el don del Espíritu Santo es esencial para la vida de la iglesia, como lo fue su nacimiento. El Espíritu Santo en la Iglesia es también como el alma en el cuerpo, es decir, lo que da vida a la Iglesia y la renueva.
• María en la comunidad cristiana: el libro de los Hechos de los Apóstoles, que es el que nos nara los inicios de la Iglesia, nos presenta a María, la madre de jesús, presente también en los inicios. Desde entonces, María es miembro eminente y singular de la Iglesia.